La combinación de suelos diferentes en una casa puede aportar dinamismo y personalidad a los espacios. Sin embargo, es crucial hacerlo con cuidado para evitar un aspecto desordenado o incoherente.
Una estrategia común es mantener un color o tono base que se repita en los diferentes suelos. Por ejemplo, si tienes suelo de madera en el salón, puedes optar por un suelo porcelánico en la cocina que imite el tono de la madera. De esta manera, logras una combinación armoniosa y visualmente coherente.
Combinar dos suelos diferentes puede parecer un desafío, pero con las ideas correctas, puedes lograr una apariencia elegante y funcional. Aquí te dejamos algunas recomendaciones para hacerlo con éxito:
La unión de dos suelos distintos requiere una cuidadosa planificación para evitar desniveles o uniones abruptas. Para lograr una transición perfecta, es esencial utilizar elementos de transición como perfiles o embellecedores, que permiten un ajuste perfecto entre ambos tipos de suelo.
Por ejemplo, en la unión de tarima con gres, un perfil de aluminio o madera puede ser ideal para suavizar la diferencia de altura y garantizar una transición segura y estética.
El parquet y la baldosa son dos materiales muy utilizados en interiores, pero combinarlos puede ser complicado. Para lograr una transición efectiva y estéticamente agradable, considera los siguientes consejos:
Al planificar la combinación de suelos en una casa, es importante no excederse en la cantidad de tipos de suelos diferentes. ¿Cuántos suelos se pueden poner en un piso? Dependerá del tamaño de la vivienda y del estilo decorativo que se desee.
Lo ideal es limitarse a tres o cuatro tipos de suelo diferentes para evitar un efecto de fragmentación visual. Si optas por más de un tipo de suelo, asegúrate de que los tonos y texturas se complementen.
Utilizar el mismo suelo para toda la casa es una tendencia en casas modernas que busca crear un espacio uniforme y coherente. Esta opción es especialmente recomendada en viviendas de menor tamaño, donde un único tipo de suelo puede ayudar a ampliar visualmente los espacios.
Sin embargo, si prefieres diferenciar las áreas funcionales, como la cocina y el salón, utilizando diferentes suelos, es esencial cuidar las transiciones para mantener una continuidad estética.